lunes, 5 de diciembre de 2011

Una porción diminuta de la verdad...

Cualquier hombre dado percibe sólo una porción diminuta de la verdad total, y muy a menudo, de hecho casi de modo perpetuo, se engaña a sí mismo deliberadamente, además, sobre ese pequeño y precioso fragmento. Una porción de él se vuelve contra sí mismo y actúa como otra persona, derrotándolo desde el interior. Un hombre dentro de un hombre. Que no es un hombre en absoluto.

El libro ilustrado del amor sexual